El empleo del término parafilias fue utilizado para reemplazar el concepto de “perversiones” y se trata de evitar la palabra como tal.

 

 

Las parafilias (del griego “par?”, al margen de, y “filía”, amor), constituyen un patrón de conductas sexuales, donde hay una recurrente e intensa aparición de fantasías sexuales o conductas que engloban a objetos o animales, niños o adultos.

El problema de las parafilias deviene de la dificultad que tienen esas personas para excitarse, si no se dan las condiciones adecuadas. Estas personas dan su consentimiento a producir dolor y sufrimiento a las parejas o a sí mismo y donde la fuente predominante de placer sexual, no es solo a través de la cópula heterosexual.

Ciertas prácticas, como la masturbación y la homosexualidad fueron consideradas parafílicas en su momento, aunque ahora se consideran variaciones normales y aceptables del comportamiento sexual en la sociedad moderna.

Origen

En cuanto al origen de las parafilias, no se ha podido demostrar la existencia de ninguna alteración orgánica o psicológica que las explique, porque es un patrón de comportamiento sexual, en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra actividad.

Las parafilias no son hereditarias, ni tampoco se aprenden por imitación sino, muy probablemente, por prohibición. Las parafilias nacen básicamente en la infancia y en la temprana adolescencia, cuando el niño empieza a descubrir un mundo nuevo. Con los sexólogos está claramente definido el origen de las parafilias, porque en el seno familiar se convierte el primer lugar donde podemos avistar los fundamentos de la parafilia.

El mal manejo por parte de los padres de la ingenua curiosidad sexual infantil, de los juegos sexuales de los mismos, tratados con represión enfermiza, evasiones, racionalizaciones y prohibiciones estrictas, cierra el camino a un desarrollo sexual normal, e inclina al niño a manifestaciones parafílicas.

Conflicto emocional

El psicoanálisis señala que el origen de las parafilias, en una experiencia traumática única o repetida por fijación en el “Complejo de Edipo”, que fue desarrollado por Sigmund Freud, quien se inspiró para su denominación en el mito de Edipo de la Grecia clásica.

Se refiere al conflicto emocional que se da en la infancia de todo ser humano de sexo masculino cuando, por un lado, se siente una atracción sexual inconsciente por la madre y, por el otro lado, se percibe también un sentimiento de odio hacia el padre y sirven para negar la posibilidad de la castración.

También se ha sugerido que ciertas personas podrían tener unos niveles excesivamente altos de andrógenos y mejoran con el tratamiento con antiandrógenos.

También se ha especulado sobre una serie de observaciones comunicadas por neurólogos, que hallan una relación entre la epilepsia del lóbulo temporal y algunas parafilias, como el fetichismo y el travestismo compulsivos, que mejoraron con tratamiento antiepiléptico o con electroconvulsoterapia.

Frecuencia

La frecuencia es difícil de establecer, pero posiblemente es más frecuente de lo que se sospecha. Aunque la mayoría de los parafílicos reconoce no encontrarse a gusto con sus inclinaciones, son pocos los que después buscan ayuda,

Los parafílicos no suelen consultar por su trastorno, sino por sentimientos de culpa, depresión o vergüenza con intentos de autoeliminación, disfunciones sexuales, trastornos de personalidad o incapacidad de amar o de sentimientos recíprocos.

No es la norma que los parafílicos no sufran por su trastorno, incluso pueden considerar sus actos o fantasías como inmorales, pero hay quienes no tienen ningún tipo de malestar, mientras no reciban el rechazo social y vivan su parafilia en la intimidad.

La distribución por sexo de las parafilias nos muestra que se tratan de trastornos casi exclusivamente masculinos, excepto en el masoquismo sexual en que hay mujeres, pero en una relación de una cada 20 varones. Hay autores que hablan de una “fragilidad psicosexual del varón”, porque así como “le resulta más fácil a la naturaleza producir una hembra que un macho” y a este último hay que añadirle el llamado factor T (testosterona), no es ajeno a este predominio masculino de las parafilias.

Grados de parafilias

Las parafilias son conocidas como desviaciones sexuales, pues el placer sexual se alcanza con prácticas anormales de conducta.

Existen tres grados de parafilias, clasificadas por la Asociación Mundial de Psiquiatría, y que son las siguientes

* Mínimo

Que no le hacen daño a terceras y no necesitan tratamiento alguno. Son personas en donde ambas partes de la pareja lo disfrutan y están de acuerdo en llevarlas a cabo.

* Acentuado

Se busca de “manera insistente”, la realización de la fantasía para alcanzar la satisfacción sexual.

* Dependiente

Lla fantasía erótica afecta o interfiere en la relación sexual, de tal forma que se da un carácter impulsivo, cuando lo único que sacia la excitación es la realización de esa fantasía. De tal forma que la parafilia puede convertirse en una “adicción”, donde el individuo solo llega a la excitación a través de esta.

Teorías

No existe ninguna teoría que explique todos los casos de parafilia, o todas las parafilias en su conjunto. Pero hay algunas teorías que son válidas para ciertos y determinados casos.

* Experiencias infantiles repetidas

La característica esencial de las parafilias, es la presencia de repetidas e intensas fantasías sexuales, de tipo excitatorio e impulsos o comportamientos sexuales. Por ejemplo, mirar los genitales de los adultos o las actividades sexuales, como la ridiculización de sus genitales por pequeños o feos. Por ser vestidos con ropas del otro sexo por sus padres, que esperaban tener un hijo del sexo contrario, son sorprendentemente elocuentes.

* Fantasías sexuales de la masturbación adolescente 

Suelen tener una gran importancia en la aparición de las parafilias, cuando esas fantasías poseen un contenido que las favorece, como las de exhibicionismo o voyeurismo. Los contenidos sexuales sádicos y masoquistas son bastante frecuentes, como temática de todas las fantasías experimentadas por las personas.

* Humillaciones o castigos físicos de los padres a los hijos

Cuando existen agresiones sádicas o masoquistas, así como la “urolagnia” o erotización de la micción, conocido también como la «lluvia dorada», que es una parafilia en la que el hijo, que toma el rol pasivo y recibe la orina directamente de sus padres.

* “Klismafilia o clismafilia”

Es una parafilia consistente en recibir, o menos frecuentemente poner, enemas mientras se realizan juegos sexuales o el mismo acto sexual y son formaciones que compensan su vergüenza o humillación anterior.

* Experiencias accidentales

Las experiencias accidentales vividas por el niño y el adolescente, pueden ser definitivas en el desarrollo de las parafilias. Estos años tempranos son importantes para sentar las bases de todas las parafilias.

Por ejemplo, un niño al que se le está cambiando la ropa, puede ser tocado accidentalmente en sus genitales y éste podría excitarse a partir de esa acción, que viene a coincidir justamente con que el niño tuvo la mirada fija en los senos grandes de la mujer que lo cambiaba. Esto quizás pudiera desarrollar una fijación hacia las mujeres con este tipo de senos, pero no es posible definirlo de modo más explícito. El efecto a largo plazo de las experiencias eróticas sobre la función psicosexual y erótica es definitiva como esta.

* Búsqueda adulta de nuevas experiencias.

El individuo sometido a una intensa represión sexual en la niñez, juventud y adultez, puede buscar aventuras sexuales, vivir experiencias variadas que salen de las fronteras permitidas, como un acto de libertad o de liberación. Se puede experimentar con la bisexualidad, el uso de artefactos, el cambio de parejas y la práctica del sexo en grupo, de mirar el coito de otros, o exhibirse ante personas conocidas primero, y luego desconocidas,  pueden poner de manifiesto la existencia de una predisposición a las parafilias.

Tratamiento

Tratar las parafilias es un reto para la psicoterapia, la psiquiatría, la criminología y otras disciplinas.

La finalidad es que el paciente abandone la parafilia, que hace daño a terceras personas como lo son algunas de las siguientes:

* Paidofilia o pedofilia

Inclinación sexual por parte de adultos a sentir una atracción sexual primaria hacia niños.

* Frouterismo

Consiste en excitarse tocándose así mismo.

* Exhibicionismo

Inclinación de un individuo a exponerse en público de forma espontánea y excesiva, sin ajustarse a las normas sociales.

* Voyeurismo

La contemplación de personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual, con el objetivo de conseguir una excitación sexual, etc.

* Fetichismo

Es la devoción hacia los objetos materiales, a los que se ha denominado “fetiches”.

Muchos pacientes pueden ser ayudados a vivir más satisfactoriamente que como se encuentran, alcanzando un mejor control consciente y autodiciplinado por medio de asesoramiento y de psicoterapia.

Medicamentos como antisicóticos, antidepresivos o antiandrogénicos, para los casos de hiperandrogenismo, en que la testosterona esté muy elevada. Hay casos que mejoran con litio o antidepresivos o reguladores del humor. También se ha planteado la posibilidad de que las parafilias estén vinculadas con ciclos maníaco-depresivos heredados.


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