Todos en algún momento de nuestra vida hemos padecido lapsus de memoria, que incluso pueden aumentar en frecuencia a medida que vamos haciéndonos mayores.

 

 

Durante periodos muy estresantes o cuando intentamos hacer muchas cosas al mismo tiempo, es muy difícil concentrarse y la consecuencia es que empezamos a olvidar cosas o a confundirnos. La memoria es susceptible y puede resultar afectada por un mal estado físico o por el cansancio después de un día ajetreado. Sin embargo, estos lapsus son del todo normales.

Los Problemas Severos de Memoria, Justo al Contrario, Son Muy Evidentes y Persistentes y Suelen Causarlos, por Ejemplo:

-Demencias, como la enfermedad de Alzheimer,

-Un traumatismo craneoencefálico (TCE),

-Un accidente cerebro vascular (ACV),

-Falta de oxigeno en el cerebro (hipoxia), por paro cardiorespiratorio por ejemplo.

Ya que los problemas de memoria pueden ser causados por múltiples causas y siendo la memoria una función cognitiva compleja al estar formada por diferentes sistemas, los problemas de memoria pueden manifestarse de formas muy variadas. Sin embargo, a pesar de las diferencias entre personas con problemas de memoria podemos encontrar las siguientes similitudes entre ellas:

-Tienen una memoria inmediata normal, lo que les permite recordar un recado o número de teléfono el tiempo suficiente para anotarlo o marcarlo,

-Olvidan información dada recientemente o después de un momento de distracción, por ejemplo, pueden olvidar una conversación de hace media hora,

-Presentan dificultades para almacenar información nueva, por ejemplo les suele resultar difícil recordar el nombre de una persona desconocida cuando se les presenta,

-No tienen problemas para recordar hechos o vivencias ocurridos mucho antes de la enfermedad o lesión, por ejemplo de su niñez.

En función de la causa del problema de memoria, éstos pueden mejorar, mantenerse estables o empeorar. Por ejemplo, algunas personas con daño cerebral y después de un periodo de rehabilitación neuropsicológica pueden recuperar parte de la memoria; en otras personas que padecen alguna enfermedad neurodegenerativa, como la enfermedad de Alzheimer, pueden aumentar estos problemas.

Cuando se habla de problemas de memoria suele aparecer emparejado el concepto de amnesia. La amnesia es un severo problema de memoria para almacenar información nueva, conservándose intactas otras funciones cognitivas como la inteligencia, el lenguaje, etc.

Los déficits graves en la memoria repercuten profundamente en la autonomía e independencia en las actividades cotidianas de quien los padece. Los inconvenientes más comunes que pueden experimentar son:

-Olvidar conversaciones o mensajes que se le hayan dicho

-Olvidar a las personas o sus nombres

-Perderse en lugares conocidos

-Olvidar cambios en rutinas o actividades

-Olvidar hacer una tarea importante, como tomar la medicación, hacer la compra…

-No recordar si han hecho algo

-Olvidar citas, compromisos…

-Preguntar lo mismo una y otra vez

-Repetir conversaciones en numerosas ocasiones

Estas dificultades pueden entorpecer el desarrollo de la vida cotidiana y afectar negativamente a su independencia, además de causar una gran preocupación a las personas allegadas, como familiares, amigos, cuidadores, etc.


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